No se puede dar la espalda...
No se puede simplemente
dar la espalda y partir existen cosas que nos prenden que nos aprisionan... a tantas cosas... A personas, a sentimientos, a emociones, que van acumulándose hasta formar parte de nuestra vida... Que luego se vuelven imprecindibles y desprenderse de todo una tarea de las más difíciles... Mismo que el amor se haya acabado quedan restos de ese amor que nos continua prendiendo y querer apagarlos o en la pretensión de apagarlos todo esto requiere tiempo... Necesitamos de tiempo para borrarlos de nuestra vida mucho más cuando la pasión fue tan intensa... Querer borrarla ya es una tentativa de querer olvidar sin ningún tipo de sufrimiento pero todo final de un relacionamiento... Trae queramos o no...¡Dolor! También no podemos huir de las lágrimas de la sensación de fracaso y de vacio total. No se puede arrancar del corazón, de la piel... El sentimiento de complicidad de cariño, de ternura, de pasión, que fue compartida en la intimidad tantas veces... Está intimidad queda impregnada en nuestra piel, en nuestro cuerpo. Es el vicio que tantas veces compartimos. Y como todo vicio el nos apremia a cada momento y tenemos recaídas, queremos volver... Pero la vuelta muchas veces es tan dolorosa pues queremos que los pedazos hechos añicos se vuelvan a juntar y esto es un imposible... Una ilusión pues al quebrarse el hechizo la magia pierde su encantamiento y llega la hora del Adiós... Llegó la hora de buscar otros caminos e iniciar la marcha el horizonte es nuestro destino y el futuro distante tal vez una esperanza...
Ricardo Sol
Enviado por Ricardo Sol em 09/07/2011
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